DOLOMITAK. ABUZTUA. TXINGU ETA SONIA


EL PARAISO DOLOMITICO

Así es, un paraíso en todos los aspectos. La pena que este tan lejos!!!! para que no se hiciera tan largo a la ida decidimos parar en el Mercantour, un parque nacional por encima de Niza. Allí hicimos una via en el Cougorde (Directisima cima III, 400 m, D) que según la guía era la mejor en cuanto paisaje, calidad de roca, entorno... Sí era bonito, pero no nos pareció la mejor de los alpes en su grado.
 


Después de esta toma de contacto seguimos hasta el Lago di Garda, al pueblo de Arco, famoso por sus escuelas y competiciones de escalada, pero los 33ºC que hacían nos machacaron y a duras penas conseguimos subir al castillo y salimos escapados para la “alta montaña” en busca de fresquito.
La primera escalada dolomítica la hicimos en Brenta, en el Campanile Basso (diedro SW, Fhermann, 460 m, D+ ). El día anterior subimos con la tienda a dormir y así conocimos el lugar y por donde empieza la vía. En dolomitas, según donde te metas, la dificultad no está tanto en la vía de escalada como en encontrar bien la bajada y los cambios de tiempo, o como nos ocurrió a nosotros, que después de hacer toda la vía estupendamente (por delante iban unos alemanes un poquito lentos, que por un lado te indican el camino pero por otro tuvimos que esperar mucho) pero para hacer cima había que tomar el final de otra vía y un italiano estupendamente vestido pero sin pu... idea nos indicó mal y nos quedamos sin cima. En fin, siempre hay que dejar algo pendiente para volver. 







Con esta primera escalada nos subió la moral. La vía es guapísima, muy recomendable. Queríamos más, así que decimos ir hasta las 3 cimas de Lavaredo. Otro paraíso, pero caro. Hay que pagar 22 euros al día (que no hay manera de escaquear y encima tienen los baños cerrados, no hay fuente ni sombra). Aquí también subimos un día antes, vimos la aproximación e hicimos una ferrata. Mucha gente y mucha calor!! eso si, te puedes pasar el día mirando hipnotizado las 3 cimas y cómo hay cordadas en todas partes. Impresiona mirar la cara norte y ver como hay gente capaz de subirse por ahí, incluso algunos en solo integral!!!!. Nosotros hicimos con cuerda y buen manduco la Dibona a la cima central (500 m, Dsup.) donde tampoco estábamos solos. La vía no es especialmente bonita, hay tramos muy sueltos, pero las vistas son increíbles. Bajar también tiene su cosilla por la normal. 








Después de recuperar fuerzas, al día siguiente fuimos a Cortina de Ampezzo, un pueblo muy bonito situado entre paredes espectaculares. También hay que hacer un poco de turisteo.
La siguiente parada fue la Tofana de Rozes, pero el tiempo tan estupendo que había hecho todos los días cambió y empezaron a haber tormentas, con lo que no pudimos entrarle. Aprovechamos para hacer una ferrata que recorría toda una arista y bajaba por la pedrera mas larga que he bajado en mi vida. Divertido, pero las playeras nuevas ya tienen agujero!!! 


Enfrente se encuentran las 5 torre, muy estéticas, con vías cortas (3-4 largos), mas seguro si cae tormenta. Pero el calor aquí también era insoportable, así que acabamos en el rio y en vista de los precios del super nos fuimos al bosque a ver si encontrábamos setas. Para nuestra sorpresa Dolomitas también es un paraíso en ese sentido: nunca he visto tantas setas y tan grandes juntas en mi vida. Menudos atracones diarios que nos dimos. Hasta algún hongo y todo. Yo recogía todo lo que veía y luego la mitad tenia que tirar porque no eran comestibles. A partir de ese día escalar y coger setas eran el plan principal. 



Teníamos ganas de hacer algo en la Marmolada, pero nos comentaron que en general estaba todo muy suelto y ademas como tiene glaciar hacían falta crampones y piolet, así que nos fuimos a la Civetta. Tambien estaba nublado y con riesgo de tormenta, así que hicimos una ferrata. Hay que decir que las ferratas en dolomitas son otra cosa (por decirlo de alguna manera). Esta nos costó mas de 8 horas subir y bajar (a ritmo Txingu que todos conoceis). Es todo el rato “parriba”, 1000 m de desnivel de ferrata, pero desde el parking mas de 1500 m de desnivel. Las vistas preciosas. 


Siguiente parada: la Pala de San Martino. Aquí también subimos con la tienda el dia anterior (otra pateada y desnivel importantes) y al día siguiente hicimos en la cima de la Madonna el espolón del Velo (400 m, D+) que como su nombre indica muy estético. Casualidades de la vida, nos encontramos con los alemanes que iban delante nuestro en la via de Brenta (pues no hay sitios, vías y días para escalar en Dolomitas). Esta vez nos dijeron que si los pillábamos nos dejarían pasar. Con una tormenta llegamos al coche y después de 17 días decimos empezar a volver para casa. 



De vuelta decidimos parar en Calanques, siguiendo los pasos de Rebufat. Hicimos una arista muy estética pero muy pulida y una travesía muy divertida a pocos metros por encima del mar que también acababa en una arista. Un sitio muy bonito pero con un calor de muerte. 






Y aquí se acabó lo que se daba. Vuelta a casa a ver la huerta como ha aguantado la ola de calor y si comemos tomates buenos este año o no.
Lo dicho: DOLOMITAS ES UN PARAISO (de la escalada, las ferratas, los paseos, los paisajes, las setas, la bici de carretera y montaña, las pizzas y los capucchinos). Que pena que este tan lejos y tan caro (mas ahora con la subida de la gasofa), pero el recuerdo que nos queda de lo vivido ha merecido la pena: ey chicas, que me he subido a la cima grande de Lavaredo y de primera!!! (bueno, elegí los largos impares que eran mas fáciles). Muy pero que muy recomendable.

2 comentarios:

  1. esa titana oe. El reportaje guapísimo. Vaya fotacas, pero no veas si chupas camara no? que al txingu na más que se le vé en dos fotos.

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